La tecnología IoT o Internet de las Cosas ha supuesto una auténtica revolución en la integración del mundo físico con el digital. Es más, está presente en muchos momento de nuestro día a día.

“El internet de las cosas tiene el potencial de cambiar el mundo, quizás tanto como el Internet lo hizo o incluso más”

Kevin Ashton

En la última década, la industria tecnológica ha logrado avances significativos, con importantes repercusiones sociales, económicas y medioambientales en todo el mundo. Incluso hoy en día, la realidad va un paso por delante.

En 2023, las organizaciones acelerarán la implantación de IoT para agilizar sus operaciones, mejorando la productividad, aumentando la calidad de sus productos/servicios y reduciendo costes.

Si bien el 5G fue un avance que revolucionó el sector de las telecomunicaciones hace apenas 5 años, hoy hablamos de tecnologías disruptivas de otro nivel: 6G y el rápido desarrollo de la IA, cuyo uso ilícito -por su potencia e impacto- preocupa mucho a algunos expertos.

En este entorno tan dinámico en el que se mueven las empresas tecnológicas, en el que cada año ocurren más cosas que una temporada de Juego de Tronos, hay una serie de avances que marcan un antes y un después en los descubrimientos que están por venir.

Además, la evolución de la Industria 4.0 y el impulso de la automatización están contribuyendo aún más al uso del IoT como ventaja competitiva para la mayoría de las organizaciones del sector de las telecomunicaciones. En este sentido, las “Tendencias en Telecomunicaciones para 2023” desempeñarán un papel clave.

Si eres de esas personas que ha oído hablar del IoT y quiere saber la transcendencia de este fenómeno tecnológico, nos haría especial ilusión que este artículo le pueda servir de guía para ponerse al día.

• En qué consiste el IoT y ¿por qué es tan importante? 
• IoT Vs. Inteligencia Artificial (IA)
• Soluciones IoT y cómo se aplicarán en el sector de las Telecomunicaciones 
• Descubre TREE

En qué consiste el IoT y ¿por qué es tan importante?

El IoT consiste un elevado conjunto de dispositivos u objetos que se encuentran interconectados, y ello les permite que puedan compartir datos las unos con los otros. Ello es posible que como nos explica la “Internet of Things Agenda”, estos dispositivos cuentan con identificadores únicos (UID) y con la capacidad de poder transferir datos a través de la red sin ser necesaria la interacción entre humanos y ordenadores.

En esencia, el Internet de las Cosas supone establecer una red de Internet global que permita tomar el control de dispositivos electrónicos o sistemas asociados que están conectados entre sí.  Esta mejora en la integración entre el mundo físico y los dispositivos electrónicos da sus frutos a lo largo plazo y habitualmente tiene como consecuencia una mejora de eficiencia, precisión y beneficio económico.

Esta novedosa tecnología, como ya anticipó su desarrollador Kevin Ashton, puede cambiar el mundo de la misma forma que lo hizo el Internet en su día. El IoT va a suponer una auténtica revolución tanto a nivel personal como para las empresas, ya que gracias a la automatización de tareas la productividad de las empresas aumentará exponencialmente.

Si algo ha quedado claro en base a lo que hemos visto hasta ahora es que el IoT ha llegado para quedarse. Tanto es así que Statista prevé que en 2023 habrá 17.000 millones de dispositivos IoT conectados en todo el mundo y 29.000 millones en 2030.

IoT vs. Inteligencia Artificial (IA)

La implantación de IoT en las grandes organizaciones ha permitido conectar a Internet dispositivos que antes se consideraban “corrientes”, simplemente añadiendo sensores especiales a cada objeto, como un frigorífico, una lavadora o incluso una afeitadora.

Por lo que hemos explicado, IoT es un recurso muy valioso a escala personal, por no hablar de su potencial si se aplica a escala empresarial: Vehículos conectados, redes de energía inteligentes, gestión de la cadena de suministro, smart cities, agricultura, industria, etc.

IoT e IA son dos tecnologías independientes que tienen un impacto significativo en múltiples verticales. Llegados a este punto, es posible que te estés preguntando cuál es la diferencia entre IoT e IA. Entremos en ese tema.

En pocas palabras, mientras que IoT es el sistema nervioso digital, la IA es un cerebro avanzado que toma las decisiones que controlan el sistema global.

Más concretamente, el Internet de las Cosas (IoT) describe la red de objetos físicos (“cosas”) que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías para conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet.

La inteligencia artificial es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, haciéndolas más inteligentes. Por tanto, su objetivo es crear máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas y que puedan mejorar a medida que recopilan información.

Soluciones IoT y cómo se aplicarán en el sector de las telecomunicaciones

Es posible que, antes este vendaval de información nos estemos preguntando “¿Y ahora qué?

El futuro de esta tecnología es esperanzador, y abarca todos los sectores que nuestra mente quiera imaginar. A nivel doméstico, los dispositivos virtuales tales como Alexa o Google Home encontrarán cada vez más dispositivos con IoT a los cuales conectarse y que facilitarán la automatización de tareas en nuestro día a día.

Las perspectivas de aplicación de las tecnologías IoT en el sector de las telecomunicaciones son sin duda prometedoras. Así que IoT es, de hecho, un camino revolucionario hacia futuras soluciones tecnológicas que ya se están desarrollando:

• Robótica: el uso de IoT para desarrollar aplicaciones potenciales en robótica ha supuesto el paso de la ficción a la realidad. Los robots pueden ayudar a aumentar la eficiencia en sectores como la fabricación o la vigilancia del tráfico. IoT es clave para supervisar y controlar la robótica.
• Smart Cities: Los dispositivos IoT, como sensores, luces y contadores conectados, se aplican a las ciudades inteligentes para recopilar datos, utilizarlos y automatizar sistemas como el uso de la energía o el tráfico. Así, se mejora la eficiencia de los servicios urbanos, se reducen costes y se mejora el bienestar de la sociedad.
• Domótica: la aplicación del IoT a la domótica permite convertir un hogar estándar en uno inteligente, y ya está cambiando nuestra forma de vivir, desde controlar la iluminación, los sistemas de seguridad, la climatización y mucho más, utilizando la conexión a internet.
• Pulsioxímetro: son pequeños dispositivos para medir los niveles de oxígeno cada vez que se alcanza una altitud significativa. Este puede ser el caso del senderismo en montañas de gran altitud. Así, contribuye a controlar los valores de salud y puede ser muy útil para el sector sanitario.
• Smart-Air: aún en fase de desarrollo, ayuda a conocer la calidad del aire interior mediante un sensor láser de polvo, un sensor de dióxido de carbono (CO2) y un sensor de temperatura-humedad. El seguimiento y envío de datos se realiza con tecnología IoT. Además, esta aplicación puede conectarse a dispositivos domésticos inteligentes.
• Aplicaciones de Automoción: los vehículos futuristas, especialmente los coches sin conductor y la gestión de flotas, son un tema popular del que todo el mundo habla. Por lo tanto, cuando se trata del sector del automóvil, el IoT es esencial. Mediante la integración de gadgets, sensores, computación en la nube y otras aplicaciones se aumenta la seguridad y se reducen los riesgos, se predice el mantenimiento y mucho más por descubrir.
• Aplicaciones Sanitarias: ofrece nuevas oportunidades para que los profesionales sanitarios controlen a los pacientes, así como para que los pacientes se controlen a sí mismos, ahorrando costes y tiempo. Algunas de las innovaciones de las que más se habla son el sistema de monitorización inteligente de la glucosa, las plumas de insulina inteligentes, los sensores ingeribles o la cirugía robótica.

Descubre TREE

Es un hecho que la adopción del IoT permite a las Towercos y MNOs anticiparse a las incidencias en sus activos e infraestructuras. Pero, ¿cómo se lleva a cabo?

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